La Junta protege la Loa de la Asunción en La Alberca, el auto sacramental vivo más antiguo en España
La Loa a la Virgen de la Asunción, que cada año se escenifica en La Alberca es el auto sacramental más antiguo de España que aún se representa, acaba de estrenar su condición de Bien de Interés Cultural, con carácter inmaterial, declarada por el Consejo de Gobierno de Castilla y León.
De origen medieval y documentada en el siglo XVI, esta loa es una expresión de religiosidad popular basada en un texto transmitido de generación en generación, y que todavía pervive mediante su representación cada 16 de agosto en el Solano Bajero de la iglesia parroquial de La Alberca.
Su elevado valor patrimonial, el protagonismo del pueblo en su conservación a través de la participación de los vecinos como actores, así como el referente de identidad que simboliza, han motivado su declaración como BIC aprobada este jueves por el Consejo de Gobierno de Castilla y León.
Se trata de uno de los textos que proliferaron en España a partir del siglo XVI para difundir entre el pueblo los valores de la Contrarreforma, de autores conocidos o de extracción anónima como ocurre en el caso de La Alberca, el primer municipio de España en ser declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional, en 1940.
Estructurado en forma de estrofas de simple versificación, para favorecer su memorización, la Loa a la Virgen de la Asunción (patrona de La Alberca) simboliza la lucha entre el bien, encarnado por las siete virtudes teologales, y el mal, compendiado entre los siete pecados capitales (ira, gula, soberbia, avaricia, pereza, envidia y lujuria).
Sentados en el graderío de la iglesia parroquial, a modo de anfiteatro, cada 16 de agosto cientos de vecinos y visitantes asisten a la representación de este auto sacramental, de media hora de duración, un combate entre el vecindario, que se dispone a honrar a su patrona, y Lucifer, que trata de evitarlo.
La tradición oral ha perpetuado este auto sacramental, de carácter alegórico y condición moralizante, que tiene su punto de inflexión en la estruendosa traca explosiva que vomita un dragón de siete cabezas montado a horcajadas por Lucifer.
Esta loa está documentada tanto en la Biblioteca Nacional (colección de Códices de Autos Viejos) como en el Archivo Histórico Provincial de Salamanca (protocolos notariales).