El `Cielo de Salamanca´ ya tiene fecha
El Cielo de Salamanca es una pintura mural pintada por Fernando Gallego que se corresponde con la tercera parte de la decoración de la bóveda de la antigua Biblioteca de las Escuelas Mayores de la Universidad de Salamanca, espacio ocupado por la actual capilla. La bóveda se pintó en la década de 1480. En el siglo XVIII se derrumbaron las otras dos terceras partes durante la construcción de la capilla, cuya bóveda se encuentra cuatro metros por debajo de la anterior, quedando oculta la techumbre original.
En la parte conservada se muestran cuatro cabezas que representan los vientos, también figuran las constelaciones del Boyero y Hércules junto a una representación del Sol sobre una cuadriga tirada por caballos y el planeta Mercurio representado por el dios romano sobre un carro tirado por dos águilas, los signos del zodiaco de Leo, Virgo, Libra, Escorpio y Sagitario también están presentes acompañadas de las constelaciones de la Hidra y del Centauro.
La investigadora Azucena Hernández, de la Universidad Complutense, podría haber dado con la respuesta definitiva sobre la fecha exacta del cielo. La Diputación de Salamanca publicó hace unas semanas las actas del Congreso Nacional de Historia del Arte, celebrado en nuestra ciudad este mismo año. La experta disertó sobre el aspecto que pudo tener la pintura completa antes de su derrumbe y abordó el tema del día elegido para plasmar la bóveda celestial. Su conclusión: es el cielo del 13 de agosto de 1475.
Antes de llegar a este punto, Hernández recordó que en 1460 se creó la cátedra de Astronomía de Salamanca y que en 1493 ya había constancia escrita de que la bóveda estaba pintada, lo que limita la fecha elegida a un momento entre esos dos años. Y aunque sólo exista un fragmento de la pintura, ésta ofrece varias pistas: el sol está junto a Leo y cerca de Virgo, algo que acontece entre el 15 de julio y el 24 de agosto.
¿Y por qué precisamente 1475? La clave está en la posición del planeta Mercurio, el único representado en el fragmento del ‘Cielo de Salamanca’. Fernando Gallego lo pintó entre Virgo y Libra, por lo que se deduce que la Luna, Venus, Marte, Júpiter y Saturno (Urano y Neptuno aún no se habían descubierto) rondaban por otras constelaciones zodiacales. «Cruzando estos datos con los relativos a la posición de Mercurio se obtienen como únicas fechas posibles las comprendidas entre el 20 y el 24 de agosto de 1467 o entre el 13 y el 24 de agosto de 1475», recoge el acta.
Seguimos acotando. La experta se inclina por 1475 porque entre el 13 y el 16 de agosto de aquel año se produjo una conjunción de tres planetas en la constelación de Cáncer y «las conjunciones planetarias llevaban asociadas connotaciones positivas desde la Antigüedad, tanto mejores cuanto mayor fuera el número de planetas implicados (Vicente, 2006: 22)». En 1467 no sucedió nada reseñable y a falta de eclipses o cometas, una conjunción de tres planetas en 1475 sí era un hecho lo bastante relevante como para ser inmortalizado. Según el acta de su disertación «todos los atributos que un astrónomo podía considerar como relevantes para la elección de una fecha que mereciera ser perpetuada visualmente convergían en este periodo» de cuatro días.
El análisis astronómico no puede precisar más «pero es posible proponer una única fecha atendiendo a lo simbólico más que a lo astronómico». El ‘Cielo de Salamanca’ luce dos inscripciones en latín alabando la creación divina y ratificando el «deseo de los autores intelectuales del programa pictórico de aunar lo astronómico con lo divino». El 13 de agosto de 1475 hubo una conjunción planetaria y fue domingo, día del Señor, lo que «invita a elegirlo como la fecha que debieron seleccionar los profesores salmantinos» para que Fernando Gallego lo pintase en la bóveda de la Biblioteca Histórica. Y ya han pasado 547 años.
Además está en estudio la reconstrucción del resto de la bóveda intentando representar la original.