[Ciudad Rodrigo lo que las piedras callan] La Primera Cabalgata de Reyes Mayos de Ciudad Rodrigo

Cada cinco de enero, los niños esperan ansiosos la cabalgata de los Reyes Magos. Una tradición que se celebra en varios países del mundo y se convierte en la antesala del día de Reyes.

Una bonita tradición que cuenta ya con 156 años de historia. La primera cabalgata de Reyes del mundo se celebró en la ciudad española de Alcoy en 1866. Antes se hacían representaciones teatrales de la Epifanía, pero sin el cortejo, por lo que según los historiadores la de Alcoy sería la primera cabalgata documentada como tal [1].

Con el paso del tiempo la celebración de la cabalgata de Reyes se convirtió en tradición en algunas partes del mundo. De hecho, en España es considerada una Fiesta de Interés Turístico Nacional. Pero, ¿Cuál fue la primera cabalgata de Reyes Magos que se celebró en Ciudad Rodrigo? ¿Y quién la organizó?

La organizadora fue nada más y nada menos que María de la Salud Bernaldo de Quirós, conocida popularmente como Eca (diminutivo de Muñeca) y más tarde como Miss Golondrina, por ser la primera mujer en España en conseguir el título de piloto de aviación.

Fue ella quien en noviembre de 1926, estando casada con Manuel Sánchez Arjona, apodado por los mirobrigenses como El Buen Alcalde, citó en su casa (actual oficina de Correos y Telégrafos) a un gran número de señoras influyentes de la ciudad con el fin de organizar un gran festival en la víspera de Reyes, que iría dirigido como obsequio a los niños pobres, de quienes María era muy amante [2].

Formó una Comisión de Señoras como Junta organizadora del evento que sería ayudada por una comitiva de señoritas colaboradoras [3]. En total, diez grupos de quince mujeres cada uno se distribuyeron por la ciudad para recaudar limosnas con las que adquirir juguetes, ropas y dulces para los niños [4].

Durante dos meses, la casa de María Bernaldo se convirtió en el escenario principal de las arduas labores de organización del evento. Enormes cestos de juguetes y ropas eran clasificados pacientemente por las voluntarias, que se encargaban también de la distribución de bonos, tarjetas e invitaciones, de llevar a cabo repetidos viajes para las compras y gestiones necesarias y de superar las dificultades inesperadas con las que se iban enfrentando.

María Bernaldo, dispuesta a que la cabalgata fuera lo más grandiosa posible, asumió la compra de valiosos trajes que mandó traer de almacenes de Madrid y Valladolid [5].

Llegado el anochecer del día 5 de Enero, la gran cabalgata, formada por un séquito de más de 100 personas, salió de las Escuelas Graduadas para recorrer las principales calles del Arrabal de San Francisco y del Recinto Amurallado.

Tres trompetas ataviados con lujosos trajes y montados a caballo abrían paso a la cabalgata real. Tras ellos, ocho nobles, también ricamente vestidos y montados en lujosas cabalgaduras, eran seguidos por el rey Gaspar [6], montado en un brioso corcel y rodeado por doce criados que portaban artísticos faroles.

Gaspar era seguido por más criados que conducían carretas llenas de juguetes. Similar escena se repetía con Melchor y finalmente con Baltasar, cuyo cortejo consistía en un interminable grupo de nobles, plebeyos y súbditos de color, muchos de los cuales eran miembros del grupo mirobrigense El Doctorado. Le seguían varios carruajes engalanados y cargados de juguetes y cerraba el cortejo la banda de música del batallón de cazadores de Antequera.

Según la prensa de la época, nunca se había visto tanta aglomeración de gente en la Plaza Mayor y no se recordaba un espectáculo tan brillante desde la cabalgata histórica que se llevó a cabo en el mes de mayo de 1900, en la que se representó el duelo entre Esteban Pacheco y los Garci-López [7].

Esta primera cabalgata dejó algunas anécdotas, a Baltasar parece ser que le costaba lo suyo mantenerse encima de una preciosa jaca árabe. Al parecer, el animal, antes de pertenecer al Rey oriental era de Siso, un conocido panadero local que la utilizaba para llevar a cabo el reparto de pan, por lo que la jaca se detenía en todas las puertas de los clientes por la costumbre adquirida y Melchor no conseguía hacerla andar.

Fue Demóstenes [8], un criado del rey Baltasar quien encontró el método para hacerla caminar. El hombre comenzó a gritar ¡¡¡Paaaneeeroooo!!! mientras hacía sonar unas perras en el bolsillo. Por extraño que parezca, este sonido hacía creer al animal que el parroquiano que vivía en aquella puerta había pagado el cuartal y comenzaba a andar y la cabalgata pudo continuar.

A las dos de la tarde del día siguiente, Día de Reyes, en el Ayuntamiento se llevó a cabo el reparto de regalos por las autoridades entre 517 niños pobres de la ciudad, quienes no podían mostrarse más conmovidos y alegres. A la vez, las señoras de la comitiva le hacían entrega de un pase para la función infantil que tendría lugar más tarde. La algarabía era extraordinaria.

Posteriormente, fueron conducidos por sus respectivos maestros hasta el teatro Peraqui. Allí tuvo lugar una gran función cómica que había sido costeada por la comisión de organizadores.

En uno de los descansos de la función, la comitiva de señoras distribuyó cientos de bollos entre los niños, quienes dieron rienda suelta al entusiasmo prorrumpiendo en entusiastas ¡Vivas! a María Bernaldo, al señor Alcalde, a las señoras de la Junta y a los Reyes Magos.

A las seis de la tarde comenzó un gran baile en el Casino en honor de las señoras y señoritas de la comitiva y de todos los jóvenes participantes en la comitiva. También podían asistir los socios del Casino y sus familias. El baile se alargó hasta las diez de la noche [9].

La Fiesta de Reyes fue un rotundo éxito en la ciudad, especialmente entre la gente pobre. Numerosas personas visitaron a la señora María Bernaldo de Quirós a su casa para agradecérselo y felicitarla por el éxito. La organización de este tipo de eventos benéficos, hizo que mucha gente humilde de la ciudad se refiriera a María de la Salud Bernaldo en sus ovaciones como «La madre de los pobres» [10].

No puedo terminar este artículo sin mencionar la asociación “Amigos de la Ilusión”, cuyos socios se encargan de organizar la llegada de los Magos de Oriente a Ciudad Rodrigo desde el año 1970. Desde aquí, mi agradecimiento a todos sus miembros por su esfuerzo, trabajo y dedicación para llevar a cabo esta extraordinaria labor que llena de sonrisas e ilusión las caras de niños y adultos mirobrigenses.

Beatriz Ramos

[1] Nota del A. Existe rivalidad con Granada, que registró su primera cabalgata en 1910, ya que los granadinos no consideran las primeras cabalgatas de Alcoy como cabalgatas de Reyes.
[2] El Adelanto, Núm. 13048, 27 de noviembre de 1926.

[3] El Eco del Águeda, Núm. 112, 9 de enero de 1927.
[4] Miróbriga, Núm. 245, 5 de diciembre de 1926.
[5] El Adelanto, Núm. 13077, 1 de enero de 1927.
[6] Interpretado por el mirobrigense Daniel Pacheco, mientras que Luis Rodríguez Percha y Triguito hacían lo propio con Melchor y Baltasar.

[7] Nota del A. La cabalgata histórica, recorrió las principales calles de la ciudad para terminar en la Plaza de Toros, donde tuvo lugar la representación del histórico desafío. La concurrencia fue extraordinaria.

[8] Nota del A. Este criado real, a quien se le ocurrió la brillante idea era Ángel Cardoso.
[9] El Eco del Águeda, Núm. 112, 9 de enero de 1927.
[10] El Eco del Águeda, Núm. 111, 2 de enero de 1927.