Una inmersión en el siglo XIX, en el momento de la presencia de las tropas francesas en Alba de Tormes. Esa es la perspectiva histórica que ha ofrecido el mercado napoleónico que ha acogido la villa ducal durante todo el fin de semana pasado. Desde el punto de vista del comercio se ha tratado de la oportunidad de ver hasta veinticinco puestos de distinto tipo en los que se venden desde artículos de bisutería hasta encurtidos y gominolas, pasando por un herbolario, artículos artesanales de cuero y textiles, tatuajes de henna e incluso cerámica.
El lugar en el que se pudo encontrar este variado abanico de propuestas fue el Castillo de Alba de Tormes, que se ambientó de manera que el visitante encontraba un campamento napoleónico con reproducciones de tiendas de campaña de época y todos los pertrechos que se requerían para una campaña militar, incluidos los cañones.
Precisamente las demostraciones del funcionamiento de estas armas fueron uno de los espectáculos más seguidos por el público, que no perdió detalle de las explicaciones sobre las piezas que se exhibieron.
Otro de los atractivos del mercado fue la presencia de aves rapaces que también ofrecieron sus vuelos de exhibición a lo largo del horario del mercado, destacando por su singular belleza “Alazne”, un águila escudada de más de metro y medio de envergadura que tuvo el privilegio de ser la primera en volar en el mercadillo ante el público. Tanto la entrada como los espectáculos fueron gratuitos y además se cumplieron todas las medidas de seguridad y sanitarias, así como el control de aforo, puesto que tenían cabida 835 personas en el enorme espacio del parque arqueológico.
Texto: La Gaceta de Salamanca.
Fotografías: Ayuntamiento de Alba de Tormes.