El Club de Judo Doryoku pone fin a un mes de campus de verano en Aldeadávila. Se han destinado cuatro semanas para grupos de edad diferentes, desde los más peques de apenas 6 años hasta el grupo senior. Ya son en total 10 años los que el Club Deportivo Doryoku lleva organizando este tipo de actividades en verano, para la promoción del Judo y la educación en valores deportivos. El año pasado supuso un esfuerzo añadido y en esta ocasión no lo ha sido menos pero ha merecido la pena, según nos cuentan en su página web.
Las circunstancias actuales obligaron a dividir los grupos en 4 franjas de edad y a su vez en cada uno de ellos, se trabajó en grupos estables. A lo largo del día se programaron entrenamientos de Judo, actividades lúdicas y deportivas, gymkhanas, talleres, dinámicas, veladas nocturnas… todas ellas guiadas por los entrenadores y monitores del Club. Las relaciones y las habilidades sociales dentro de los grupos son parte del trabajo específico que se desarrolla estas semanas.
Entienden que además, en estos momentos el desarrollo físico es un pilar más importante si cabe. Lograr el equilibrio entre el entrenamiento físico y emocional es uno de los objetivos y poder cumplirlo en un entorno natural como es Aldeadávila, lo ha convertido en una experiencia increíble.
En total han sido 200 judokas los que han participado en este campus de verano que además ha contado con invitados excepcionales. A los ya habituales y procedentes de Madrid, se han sumado nuevos compañeros de Valladolid. No han llegado solos y es que además de los entrenadores del Club Doryoku, se sumaron dos Maestros Nacionales como son Raúl Miguel y Paco de la Calle (ambos con el sexto DAN de Judo).
Tanto los organizadores, como los participantes y familiares se han mostrado tremendamente satisfechos de la evolución del campus deportivo que a lo largo de estos años se ha convertido en un pilar fundamental. El aspecto emocional es posiblemente el que marque la diferencia en este tipo de actividades. La toma de decisiones, la resolución de conflictos, la empatía, la confianza, el trabajo en equipo… han estado muy presentes todas las semanas y siempre desde un punto de vista alegre, dinámico e integrador.
Más de 10 profesionales del deporte han dado lo mejor de si mismo en el campus de verano estas cuatro semanas únicas e irrepetibles en Aldeadávila. El club afronta ya la pretemporada para intentar volver a cosechar logros, éxitos (también derrotas), crecer, progresar… evolucionar.
Imágenes Club de Judo Doryoku