Raúl Méndez Sánchez, estudiante del Instituto de Educación Secundaria Mateo Hernández de Salamanca, ha logrado la medalla de plata en la XVI Olimpiada Española de Biología, organizada del 11 al 14 de marzo por la Universidad del País Vasco. El salmantino, que se había clasificado en tercer lugar en la fase regional, se convierte así en el representante español en la Olimpiada Iberoamericana de Biología, cuya celebración está prevista para el mes de septiembre, organizada por Costa Rica.

La Universidad de Salamanca está presente en la fase autonómica de este evento a través de la Facultad de Biología. La profesora Almudena Velasco fue la encargada de coordinar esta competición, que se celebró de forma telemática el pasado 5 de febrero.

Su compañero de instituto, Álvaro Maguiño, en una entrevista hecha para los alumnos del centro le ha preguntado sobre su reacción al saber el resultado. Raúl responde que «no me lo podía ni creer. Nos lo comunicaron en una reunión que fue dos días después. Los resultados los dieron en una videoconferencia un domingo. Fueron diciendo los resultados desde la última medalla de bronce hasta la primera. Yo cuando pasaron las de bronce dije “Bueno, si no me han dado ya la de bronce, pues no me dan ninguna”. Tenía tanto el micrófono como la cámara apagada y cuando dijeron mi nombre en el séptimo puesto, lo primero que hice fue saltar, salir de mi habitación corriendo y contárselo a mi madre y a mi hermana. Y claro, me puse…»

Ante la pregunta de ¿qué significa la Biología para ti?, el medallista comenta que «para mí la biología es estudiar y comprender prácticamente todo que lo que somos, todo lo que existe, todo lo que nos rodea… Es comprender de dónde venimos y, como he dicho antes, la curiosidad que tengo yo. De una cosa tan pequeña como puede ser una célula con sus componentes de un tamaño tan reducido cómo puede dar lugar a seres tan complejos. Me resulta fascinante.»

Y ante la pregunta de Maguiño de ¿cómo te sientes al representar a España en la Olimpiada Iberoamericana de Biología? Raúl le responde que «cuando me lo dijeron, me costó mucho asimilarlo. Dije “no puede ser, es muy grande”. Pero ahora; cada vez que lo recuerdo, aunque con la mascarilla no se vea, se me dibuja una sonrisa impresionante. Yo estoy muy orgulloso de lo que he hecho. Y creo que es merecido porque creo que he realizado un buen trabajo.»