El camino natural salmantino que conquista a senderistas y ciclistas
El Camino Natural que une las localidades de Béjar y Baños de Montemayor, en el norte de Extremadura, se ha convertido en el punto de encuentro para aficionados al ciclismo y los amantes del senderismo, tal y como se puso ya de manifiesto el pasado verano al final de la primera desescalada.
A pesar de las incómodas rachas de viento de ayer, senderistas y ciclistas disfrutaron de esa ruta que se ha convertido ya en uno de los principales atractivos de la ciudad de Béjar por la sencillez del trazado que discurre por la antigua línea del ferrocarril cerrado hace 36 años. Hacia el sur, esa ruta une Béjar con Baños de Montemayor pasando por Cantagallo y Puerto de Béjar. Se trata de un tramo bastante sombrío lo que implica que es muy frecuentado en verano para aliviar los rigores de las altas temperaturas.
Hacia el norte, llega hasta el límite con Navalmoral de Béjar, donde los raíles siguen en su sitio en espera del inicio del proyecto que ampliará el Camino Natural hacia Alba de Tormes y su enlace con Carbajosa y Salamanca capital.
Mientras llega esa ruta de largo recorrido, la vía se mantiene como la principal ruta para grupos y familias durante la pandemia en la zona de Béjar. Su accesibilidad permite el paso de carros de niños, personas mayores y, de ahí, la importancia que ha adquirido en los últimos meses.