[+cotas] El manejo de la correa
Uno de los problemas más habituales y recurrentes con los que nos encontramos los adiestradores y técnicos en modificación de conducta es el manejo de correa, perros que se cruzan y tiran de la correa que parecen verdaderos perros de mushing, en ocasiones llegan a caminar sobre dos patas para poder hacer más y más fuerza. Cuando algún perro de este tipo viene a una de nuestras clases, con problemas serios de conducta, una de mis primeras preguntas es siempre “¿qué tal camina con correa?” Las respuestas pueden variar pero por norma general suele ser:
-Tira muchísimo pero ya lo hemos probado todo y nada funciona. O quizá un:
-Bueno, no va mal…
Cuando me dan esta segunda respuesta suelo pedir una demostración; es raro el perro que tiene problemas de conducta que pasea bien con la correa.
De la gran cantidad de perros que vemos a diario, la mayoría tiran de la correa, saco una concusión: En vez de enseñar a nuestros perros a no tirar de la correa hacemos exactamente lo contrario, cada dueño que pasea un perro y tiene un mal manejo, es el responsable de todo lo que tira su perro.
Cuando una persona adquiere a su perro se imagina dando largos y tranquilos paseos con él, por lo que el manejo de correa suele ser algo por lo que todo propietario se ha preocupado y ha buscado información.
A la hora de intentar atajar este problema, la mayoría de las personas busca información en internet. No lo consideran un problema tan relevante como para buscar ayuda de un profesional, lo que lleva a una gran frustración al ver que ninguna de las técnicas que nos muestran los “adiestradores de Youtube” da resultado con nuestro perro. Algunas de ellas nos hacen depender de comida cada dos pasos, otras de horas, horas y horas de práctica, y otras en las que necesitamos un manejo de nuestro perro que una persona que no se dedique de forma profesional al adiestramiento de perros no tiene por qué tener.
El recurso más utilizado para intentar que el perro no tire, que aparece casi de forma refleja, es darle un tirón hacia atrás cuando este lo hace hacia delante para que “entienda” que si él da un tirón nosotros le responderemos con otro y dejará de hacerlo por evitar este segundo. Al ver que no funciona, ya hacia el final del paseo solemos rendirnos, y permitirle que tire lo que quiera e ir nosotros detrás. De esta forma lo único que estamos consiguiendo es enseñarle que si aguanta los tirones que le damos y se esfuerza en tirar conseguirá llegar a donde quiere, por lo tanto somos nosotros los que les enseñamos a tirar y a hacerlo con fuerza y de forma insistente.
Desglosemos este “sistema” que la mayoría de las personas utiliza:
Nuestro perro tira y le devolvemos el tirón; si una persona nos sujetase por la espalda automáticamente intentaríamos librarnos de esto tirando hacia delante. Y si al hacer nosotros esto, quien nos sujeta no da un tirón hacia atrás, solo por conservar el equilibrio haremos lo mismo hacia delante.
Una vez hemos terminado esta lucha, quien nos sujetaba se ha rendido, pero nos continúan sujetando y tenemos un objetivo claro a una cierta distancia tiraremos hacia él hasta conseguirlo. Extrapolando este caso al perro, su objetivo será el parque. Una vez consiga lo que quiere, todo el proceso anterior será reforzado, cada día le dejaremos más claro que es lo que debe hacer para conseguir llegar al parque.
Ahora que ya entendemos por qué nuestro perro tira veamos cómo conseguir que deje de hacerlo.
La forma más fácil para conseguirlo comienza por un cambio de material de paseo: cambiamos el material para comenzar de cero, que al ponérselo no le predisponga a nada. Muchos perros estando sueltos caminan a nuestro lado pero al momento de ponerles el collar y la correa comienzan a tirar; esto lo evitaremos de esta forma.
Cuanto tengamos al perro “vestido” con su nuevo material comienza nuestro trabajo: debemos meterle en la cabeza que si la correa está tensa es imposible llegar a donde quiere. En el momento en el que la tensa, el perro deja de avanzar y únicamente lo podrá hacer si ésta hace un arco, lo que nos indica que no hay tensión en ella. No debemos con este sistema rendirnos jamás, si lo hacemos estaremos fijando la conducta de tirar y tirar para conseguir lo que quiere.
Este sistema es sencillo y relativamente rápido, pero debemos ser 100% firmes y consecuentes con lo que hacemos.
Nuestros clientes quedan boquiabiertos cuando, con su perro, con el que nada funciona y llevan años intentándolo, en sólo los 10 primeros minutos de trabajo se empiezan a ver resultados.
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