Las cascadas más desconocidas de las Arribes, en su mejor momento
Es tiempo de cascadas y en Salamanca tenemos la suerte de contar con un buen puñado de ellas. Más allá del Pozo de los Humos, y el Pozo Airón, que este pasado fin de semana han congregado a decenas de visitantes, el parque natural arribereño cuenta con otras caídas de agua más desconocidas, pero de una belleza singular. Dos de ellas se encuentran en la serpenteante y trepidante carretera que une Saucelle con Hinojosa de Duero y Lumbrales a través del puerto de la Molinera.
La más conocida es el cachón de Camaces. Pertenece al término municipal de Hinojosa de Duero y se puede contemplar fácilmente desde el mirador habilitado junto a la carretera SA-330. Las generosas lluvias de los últimos días han aumentado considerablemente el caudal del río Camaces, lo que posibilita que esta cascada presente una de sus mejores caras. En este punto el río Camaces da sus últimos coletazos antes de la desembocadura en el Huebra después de su nacimiento kilómetros atrás en Olmedo.
Siguiendo por la carretera del Puerto de la Molinera, pero ya en el término de Saucelle, encontramos otro cachón más desconocido y oculto. Se trata del de Carranzo. Se encuentra junto al puente del mismo nombre que salva el arroyo de la Ribera de las Casas, afluente del Camaces. Para llegar hasta esta cascada, hay que acceder con mucha precaución desde uno de los laterales del puente hasta ascender a una roca donde tenemos una visión muy completa de esta caída de agua de quince metros. Destaca además por un accidentado entorno de rocas graníticas cubiertas de vegetación donde es habitual ver a los buitres leonados merodeando por allí con su elegante vuelo.