Ciudad Rodrigo camina con pie firme hacia la declaración de Patrimonio de la Humanidad
Historia, monumentalidad, tradiciones, patrimonio y gastronomía son solo algunas de las destacadas características de Ciudad Rodrigo que se complementan perfectamente con un privilegiado entorno natural que se extiende por riberas, dehesas y montes.
En el aspecto patrimonial e histórico, Miróbriga avanza actualmente hacia una cada vez más cerca declaración de Patrimonio de la Humanidad, como ciudad abaluartada de frontera, gracias a la excelente conservación de los elementos defensivos que conforman su Muralla y los innumerables iglesias, palacios y casas señoriales que jalonan sus cuidadas calles y plazas.
Un respeto a la importante historia que protagonizó a lo largo de los siglos Ciudad Rodrigo que se deja notar no solo en el recinto histórico, presidido por la imponente “Fortísima”, la Catedral de Santa María, sino también en todo el núcleo urbano, con iglesias y conventos así como parques históricos y otros restos de su imponente pasado.
Un atractivo turístico monumental que se ve reforzado por el patrimonio natural que llena por completo todo el entorno de la ciudad, la Tierra de Ciudad Rodrigo, una comarca atravesada de sur a norte por el río Águeda, excelente tanto para el baño y disfrute de la época estival como para su recorrido en piraguas o en rutas a caballo a lo largo de sus orillas.
Precisamente en la orilla del Águeda, en los términos municipales de Villar de la Yegua, Castillejo de Martín Viejo y Villar de Argañán-Martillán, se localiza el yacimiento rupestre de Siega Verde, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco ahora hace diez años.
Una comarca jalonada de rutas senderistas y caminos históricos —como el de San Francisco o el GR-80— a través de los que disfrutar no solo de la naturaleza sino también de las ganaderías en extensivo, tanto de vacuno o porcino ibérico como de toros bravos.
Un enclave, Miróbriga que conjuga perfectamente el enriquecimiento cultural como el disfrute de la naturaleza sin olvidar de la riquísima gastronomía de carnes, embutidos y dulces de la tierra.