Piedrahita (Ávila)
La villa abulense de Piedrahíta se ha convertido en una de las mejores alternativas para poder disfrutar al aire libre. Ubicada a apenas setenta kilómetros de Salamanca capital por la carretera de Alba, la localidad sí puede acoger a los turistas salmantinos que tengan ganas de disfrutar del patrimonio histórico y arquitectónico, de la naturaleza y de la gastronomía. La villa de Piedrahíta reúne todas esas opciones y qué mejor que visitarla para descubrirlo.
Declarada Conjunto Histórico, Piedrahíta cuenta con una amplia Plaza en la que los soportales o el pilón son ejemplos de ese legado, sin olvidar la iglesia de Santa María la Mayor, construida en el siglo XIII, aunque modificada sobre todo en los siglos XVI y XVII.
Todo ello sin dejar de lado el palacio ducal, cuna del Gran Duque de Alba, sus otras plazas y pilones o el entorno natural de su comarca para disfrutar de la Sierra o del Valle del Corneja, sin olvidar que bares y restaurantes ofrecen ya sus menús y especialidades con todas las garantías sanitarias exigidas por la situación actual.
Los primeros testimonios sobre la villa de Piedrahíta datan de 1189, bajo el reinado de Alfonso VIII. En esta época se creó el señorío de Valdecorneja, que adquirió gran renombre durante la Edad Media, debido en gran medida a su excelente situación geográfica.
Se estructura en torno a la plaza mayor porticada. Su envolvente muralla ha caracterizado la forma sensiblemente circular y radial del casco antiguo, con una trama típicamente medieval donde se conservan interesantes ejemplos de arquitectura popular, palacios y casonas.
El 10 de enero de 2008 la villa fue declarada Bien de Interés Cultural con categoría de conjunto histórico por el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León.
Destaca entre sus monumentos la Plaza Mayor, el palacio de los Duques de Alba, la iglesia de La Asunción, el convento de Carmelitas, las ruinas del convento de Santo Domingo, la plaza de toros, la casa de José María Gabriel y Galán y la ermita de la Virgen de la Vega.