Impactantes paisajes, historia vetona y una ruta del vino en un solo municipio

Satisfacer cualquier apetito turístico es fácil para la localidad de Villarino, rodeada de historia vetona y vistas ciclópeas como la desembocadura del Tormes en el Duero, en Ambasaguas, o el santuario vetón en el Teso de San Cristóbal.

En el otro extremo, más allá del senderismo y la aventura, Villarino de los Aires es conocida también por su Ruta del Vino, que dista mucho de ser cansada. Esta ruta comprende varias localidades con bodegas de vino arribeño. Villarino cuenta, además, con un museo de vino y destilados, al que para acudir tan solo es necesario acudir a la Oficina de Turismo.

En sintonía con el enclave natural en el que se encuentra el municipio, no pueden faltar, para aquellos que optan por dejarse sorprender, el Mirador de la Faya, el Mirador del Duero, y el de la Rachita. Los recursos etnográfico abundan también en el corazón de Villarino, donde el turista puede conocer el molino del Pasadero y hasta un horno tradicional.

Las visitas guiadas a cualquiera de estos lugares son gratuitas con un número mínimo de seis personas, pero también pueden ser autoguiadas: adaptadas a todo tipo de necesidades especiales, siete puntos de escucha, código QR en cada panel informativo tanto en español como en inglés y portugués, y hasta facilitando una ruta infantil. Para el visitante de acción, la villa cuenta con rutas de senderismo —Piconitos, Vendemoro y un tramo de la senda del Duero GR14— y rutas BTT.

Nos lo cuenta La Gaceta de Salamanca.