¿Fantasmas por la provincia?
Se dice, se cuenta, se relata que en varios puntos de la provincia ocurren diferentes fenómenos relacionados con fantasmas. Quizás el más conocido es lo que ocurren el Castillo del Buen Amor (Villanueva del Cañedo), en el que algunos dicen haber visto una dama vestida de blanco en plena oscuridad, que pasea por las diferentes estancias.
Este castillo, construido en el siglo XI como fortaleza defensiva, y se hizo célebre desde que el obispo de Ávila, Alonso Ulloa de Fonseca Quijada, lo adquirió. En él convivía con su amante Teresa de las Cuevas, y de ahí el sobre nombre del «Buen amor».
Además de esa dama fantasmal que pasea por el castillo muchos son los curiosos que se alojan en él buscando el misterio que esconde. Llamadas a recepción desde habitaciones vacías, ruidos extraños… toda una aventura.
Imagen: Silvia Roba.
Otro de los lugares con más leyenda es la famosa Cueva de Salamanca, en la que el diablo enseñaba artes oscuras a siete alumnos durante las noches de siete años. Situada en la antigua iglesia de San Cebrián. Según se dice, el Marqués de Villena (personaje legendario inspirado en Don Enrique de Villena) fue uno de los estudiantes aventajados del Demonio, del que consiguió escapar con vida, aunque dejó en sus manos su sombra, quedando así marcado de por vida como uno de sus adeptos.
Y por último mencionaremos las leyendas de la Casa de las Muertes. De origen renacentista en su fachada se encuentran cuatro calaveras. Esta peculiar decoración, unido a que a comienzos del siglo XIX se produce un cuádruple asesinato de una familia compuesta de cuatro individuos que habitaba en su interior. Este suceso impresionó a los habitantes de Salamanca y acrecentó la denominación popular de la «Casa de las Muertes». En mayo de 1835 una señorita que, meses antes había despedido a sus criados, habitando en su retiro en la casa aparece una mañana asesinada en el pozo del patio. A causa de estos sucesos la casa quedó deshabitada por algún tiempo hasta que volvió a ser habitada a finales del siglo XIX. Como curiosidad hoy se encuentra a la venta por unos 3 millones de euros.